viernes, 14 de marzo de 2014

Ardiendo!

Capítulo 26
Nicolás no esperaba que Amaranta lo llamará para retomar lo que habían dejado pero eso no paso, seguramente estará con ese medicucho rio de solo pensar el escándalo que tiene que haber armado por las mentiras que le dijo, pero bueno ya que Amaranta seguramente le había dado con la puerta en las narices a ese medicucho de cuarta podía estar tranquilo pero otra vez con una cama vacía y helada pero siempre podía llamar a alguna de sus amigas, si eso sería lo que haría mejor loca conocida que loca por conocer a parte ninguna de ellas les pedía nada, solo sexo del bueno. Llamo a la misma de siempre y en menos de una hora estaba agotado en su cama con Sandy a su lado durmiendo el sexo había sido increíble pero sintió que algo falto.
Lucas solo pensaba en la mujer que ahora gemía su nombre habían logrado llegar a la cama de ella a puros tropezones mientras se quitaban la ropa y habían rodado en ella ahora estaba besándole con reverencia las piernas eran muy bien formadas siguió su camino hasta que llego donde tanto su mujer le necesitaba su sexo que estaba cubierto por una pequeña línea de vello sus pliegues totalmente a la vista, su rosado sexo que lloraba por su atención.
-Lucas por favor.
-¿Por favor que bruja?.
-Bésame o hace algo me estoy a punto de volver loca.
-Mmmm así es como te quiero rogándome por mis caricias, solo las mías.-dijo posesivo.-
-Lucas!.-gritó.-hace algo o yo sola buscare la solución.
-No mientras yo viva, mujer porque tú eres mía y yo existo solo para complacerte.
Bajo su cabeza y jugueteo con su clítoris haciéndola ver las estrellas, succiono con precisión había visto películas porno mientras no había estado con ella para poder aprender algo pero no había nada mejor que hacerlo, saco del pequeño capuchón a esa perla del placer jugueteó con él y le dio pequeños mordiscos y por los gritos de placer de ella lo estaba haciendo bien y cuando metió dos dedos en aquella suavidad fue suficiente para hacerla explotar en millones de pedazos sus gemidos de éxtasis los podría haber escuchando hasta el vecino del último piso.
-Estas gritona mujer creo que hasta te escucho el vecino sordo del último piso.-dijo con voz burlona.- pero a mí me gusto.
-Oh por dios Lucas aun no puedo pensar bien no me jodas ahora ese orgasmo se va directo al libro bruto me has hecho llegar al cielo.
-Si pero aun no termino me queda toda la noche para seguir jugando.
-Mmmm eso es ¿una promesa o amenaza?.
-Una promesa porque yo te necesito a ti para ponerme duro, no unas pastillas azules.
-Lucas no hablemos de eso ahora yo solo te quiero a ti moviéndote muy dentro de mí a nadie más.
-Me gusta cuando habla sucio me pone mucho.
-Mmm a mi igual pero enserio deja de hablar hombre.
-A sus órdenes mi señora.-dijo con una sonrisa mientras se volvía a apoderar de su boca.-
Amaranta no dejo que se separara y lo insto a ponerse de espalda ahora ella llevaría las riendas y le pagaría con la misma moneda le daría tanto placar como él se lo habían dado, repartió besos por su barbilla se la mordisqueo amaba eso y por el gruñido de placer de Lucas a él también, siguió besando su pecho chupo y mordisqueo los pezones planos soplo muy suavemente hasta ponerlos duros como piedra. Siguió por su sendero feliz mordisqueando su cadera pero por fin llego donde tanto la necesitaba su hombre, su miembro que en estado semi-erecto era grande bajo su mirada termino por ponerse duro como una roca, tomándolo en sus manos empezó a masturbarlo muy despacio no podía dejar de maravillarse por la sedosidad de su piel, era como fierro caliente pero envuelto en seda, en un impulso lo tomo en su boca tuvo que abrirla al máximo para poder albergar su circunferencia, paso su lengua por la ranura de su punta donde había liquido pre- seminal, su sabor salado fue su perdición y con un gemido comenzó a masturbarlo con su boca y se ayudaba con las manos, cuando Lucas no aguanto más esa exquisita tortura la tomo por las caderas y la insto a que se sentara a horcajadas en su regazo y con mucho cuidado se internó en el paraíso de su bruja que le tomo lo que más pudo, la sentía tan apretada que con mucho esfuerzo mantenía a raya el poco control que le quedaba pero fue Amaranta quien perdió el control primero y comenzó a cabalgarlo como si hubiera pasado una eternidad desde que habían hecho el amor por primera vez.
-Te sientes increíble bruja.-gimió.-no hay nadie como tú.
-Eso me gusta porque tú eres solo mío.-dijo muy posesiva en un tono que a ella misma le sorprendió.-
-Y tú también eres sólo mía no lo olvides Amaranta.-dijo mientras dejaba de darle placer.-dilo.
-Solo tuya pero por favor muévete.
Solo eso necesito Lucas para volver a sumergirse en el calor de su mujer, pero a medida que el placer estaba al límite de su control empezó a masajear el pequeño botón de Amaranta y eso fue todo lo que necesito y exploto y Lucas necesitó dos estocadas más y se vació dentro de ella.
-Oh creo que he muerto y estoy en el cielo.
-Si eso ha sido épico pequeña bruja.
-Eso es quedarse poco.-dijo mientras se bajaba de Lucas y se acomodaba a su lado y ponía la cabeza en el hueco de su cuello aspirando el increíble olor a sexo.-creo que mañana no podré caminar pareciera que hubiera ido al infierno y al cielo al mismo tiempo.
-Yo también lo sentí así.-dijo mientras le pasaba las manos por las caderas y le dio un fuerte agarrón en el culo.-mientras sea sólo yo quien te deja en este estado no me quejare.
-Puedes apostar que eres solo tú y tu maravilloso pene cariño.
-Eso me gusta más ahora vamos a dormir que mañana tengo turno de mañana, buenas noches bruja.-dijo y le dio un beso.
-Buenas noches bruto.

Acomodando a su bruja de espaldas a él se durmieron de cucharita, lo que no sabían era que su recién empezado pololeo tenia los días contado ya que había más de alguien que algo tramaba..

1 comentario:

  1. Hay no, que no les quiten la felicidad que cruelda!!! Me mato lucas viendo porno háhhahaha saludos linda

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